¡Me encanto!

¡Me encanto!

Me mandaron esta tarde una fotografía por WhatsApp que me encantó.

Una amiga había fotografiado el Arcoíris desde su ventana. Era una imagen muy bonita a la que añadió una
nota “Mira que Arcoíris más inspirador” ¡Me encanto!.

Muy cierto que una imagen vale más que mil palabras. Y es que, los colores son muy importante en la vida, nos ayudan a expresar nuestros sentimientos y nuestro estado de ánimo. Si la vida no es de color rosa, es que la situación, no es muy favorable.

La esperanza y la pasión tienen color propio. El color naranja y color limón estimulan el olfato y refrescan el ambiente. Los colores son unas de las primeras palabras que identificamos en el colegio. Incluso cuando aprendemos un nuevo idioma, tengamos la edad que tengamos, los nombres de los colores, juegan un papel muy importante en el aprendizaje. Asociamos la pureza y la limpieza con el blanco; hay que decir que el blanco no es un color, pero explicar esto se lo dejo a los maestros de la pintura. Para mí, color nieve, es blanco, como para la mayoría. El cielo es toda una gama de azules que dejare a la imaginación del lector.

Pero hablemos del negro. ¡Uf! Si vemos negro estamos diciendo que no vemos, que no hay salida, que tenemos incertidumbre, pesar, tristeza y sobre todo que vamos a perder algo. Pintamos negro sobre rojo y vemos negro, ahí perdimos la pasión. Pintamos negro sobre verde y vemos negro, ahí perdimos la esperanza. Los colores están, pero no los podemos ver, sencillamente porque no hay luz.

Hablar de colores es hablar de luz. El negro es ausencia de luz. Esta es la mejor definición que encuentro. Sin embargo, se requiere el negro para que todos los demás tengan profundidad y matiz. Sin el negro los colores pierden significado. Sin luz los colores no existirían.

Los cristianos tenemos la LUZ del mundo con nosotros, Cristo, y el que le sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la LUZ de la vida. En estos tiempos “Negros” que estamos viviendo, en el que un enemigo llamado Covid.19 nos crea temor, incertidumbre, sentimos desolación y vemos la salida lejana, ver el Arcoíris en el cielo nos da la plena seguridad de la mano de Dios con su creación.

La promesa que Dios hizo una vez que bajaron las aguas durante el diluvio sigue vigente hoy. “Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra se dejará ver entonces mi arco en las nubes”. ¡Quédate en el arca! Tu casa es tu arca. ¡Quédate en casa! Dios hizo un pacto con los hombres. Dios cumple lo que promete. La LUZ tiene que resplandecer para dar paso a los colores. Aprovecha este tiempo para asomarte a la ventana. Nuestra esperanza está en Jesús, nuestra pasión su compañía y solo bajo su sombra podemos mirar al cielo y ver los más bellos colores.

El Arcoíris no sería inspirador si no existiese el negro.

Querida amiga, gracias por enviar la fotografía. ¡Me encanto!


Maricarmen Berjano

Artículo por bautista