Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Mes: abril 2020

Humildad, ven y ven para quedarte

Humildad, ven y ven para quedarte

Humildad, ven y ven para quedarte.

Llévate mis posesiones, mis estudios, mi orgullo,

altivez, prepotencia, todo lo que piense que ha sido

debido a mis logros.

Humildad, ven y ven para quedarte.

Borra los yo, los gracias a mí, los tenía razón,

los prejuicios y con ello los perjuicios

que haya podido causar…

Las posibles miradas por encima del hombro,

los distintos juicios en mi mente

dependiendo de si llevas traje de chaqueta

o vas descalzo por la calle…

Los yo no lo haría así, ese no sabe lo que hace…

El pensar que puedo ser superior por el hecho de haber

tenido más suerte y no haber nacido en otro lugar…

la falsa creencia de que lo intelectual es lo que nos saca del hoyo.

La lástima al ver a gente que lo pasa mal

porque ha tenido menos suerte o llámalo “X”.

No quiero tener lástima de nadie.

Todos somos la misma tierra, solo que unos nacieron en un desierto y otros en plena pradera…

Pero en todos los lugares crecen flores,

en todos sitios surgen frutos.

Humildad, ven.

Y ven para quedarte.


Sara González

Mi vecino

Mi vecino

Esta mañana me despertó una musiquilla que llegaba desde la calle. Alguien entonaba un cantico muy popular pero que, por la época del año en la que estamos me resulto raro e incluso pensé que estaba soñando. La canción en cuestión era, “Noche de Paz”.

Me levante de un salto para asomarme a la ventana, pero como cada mañana, desde hace ya un mes, la calle estaba solitaria. Miré la hora y me volví a la cama. La canción seguía sonando y yo seguía la letra, era inevitable…noche de paz … volví a la ventana y ya más despierta me di cuenta de que la música venia del edificio frente a mi casa.

Recordé que ese vecino, durante el mes de diciembre, tenía en la terraza un enorme Papa Noel colgando de una escalera. Cuando caía la tarde era un espectáculo. Todo el edificio quedaba iluminado de colores y destellos parpadeantes recreando figuras impresionantes. Ahora los adornos se limitan a unos improvisados arcoíris dibujados por los niños. Y cuando cae la tarde, no hay más destellos que las luces de los coches que patrulla nuestras avenidas.

¡Ya estaba totalmente despierta! Comencé a preparar el desayuno y seguía música navideña de fondo, esta vez era un instrumental “Campana sobre campana”, me transporto a momentos muy agradables. Me dejé llevar entonando todo tipo de letras. ¡que buena idea había tenido mi vecino! Retrocedí unos meses; paseaba por la ciudad entre una marea de gente cargada de bolsas y se respiraba un agradable olor a churros y chocolate caliente. Cada mes tiene un olor diferente y diciembre huele a dulce y a fiesta.  Marzo a partir de ahora será el mes de la lejía y el desinfectante y ya sabéis “sobreviviré” será su canción lema.

 Por cierto, ahora el instrumental que suena es, “Venid fieles todos”. Me inunda la nostalgia y me he puesto triste; pienso en los templos vacíos, sin música, sin niños correteando, sin jóvenes … pero no me dejo llevar y me anima recordar que Jesús, es EMANUEL. ¡Dios con nosotros! No se quedó tras la puerta cuando echamos la llave. Hemos cerrado los templos, pero a Dios lo hemos llevado fuera, bueno más bien, se ha venido con nosotros. ¡Dios ha salido a la calle! Volví a la ventana: huele a esperanza y a paz mezclada con desinfectante. Dios ha salido de los templos y está repartiendo su Espíritu por todas las naciones. Está sonando “El tamborileo” … le doy mi corazón”. ¡Pues claro ¡El Espíritu navideño ha conectado con nuestros corazones! Los solidarios tienen cara, los que comparten son anónimos, pero son muchos más, la compasión se ha llenado de paciencia, aplaudimos sin ningún corte reconociendo el valor de los demás y sobre todo nos acordamos más de Dios, porque en el fondo sabemos que Él tiene la última palabra.

Estaba terminando el desayuno con la canción “Ve y dilo en las montañas” cuando sonó el teléfono. Si, dígame; buenos días guapa, me saludo una voz muy familiar. ¡Feliz domingo de resurrección! Entre risas le conteste: ¡Yo, ando todavía por navidad! Compartimos unos saludos y unos chascarrillos y al colgar quede pensativa. Qué curioso que el dia que se celebra la resurrección de Cristo mi vecino este escuchando música navideña.

Me volví a la ventana, debajo del arcoíris, mi vecino había colocado un enorme cartel:” ¡CRISTO VIVE! Me emocioné y se me hizo un nudo en la garganta. Comprendí que mi vecino ahora creía en navidad. Mi vecino quería que la música la escuchásemos todos. Que forma más bonita de decir que Cristo está vivo y moviéndose entre nosotros y repartiendo Espíritu Navideño. Un espíritu que ha entrado en hospitales, en residencias de ancianos, Cristo está cogiendo manos de enfermos, dando fuerzas al débil, está dando libertad al cautivo y sanando lo que se había perdido. ¡Él está con nosotros como nos había prometido! Cristo salió del templo y se ha venido a mi casa y a la tuya y a la de mi vecino. ¡qué vecino tan inteligente tengo!

 En esta navidad, la de mi vecino, no cabe Papa Noel. Nadie se acuerda ahora de Papa Noel. Ahora necesitamos vida y la vida no cabe en un saco. La vida es un regalo que solo lo puede dar el Niño que nació en Belén, el mismo que murió en la Cruz y el mismo que Resucito y el mismo que ha dejado los templos vacíos, porque Dios es tan grande que ningún templo lo puede contener. Está sonando “Gloria a Dios en las alturas”. He vuelto a la ventana y todo sigue igual. No pasea nadie por la calle. Todos estamos en casa. Este domingo los templos solos, vacíos, pero al fin y al cabo Jesús no nos pidió llenar los templos, nos encomendó llenar el cielo. ¡Nos hemos empeñado en encerrar a Cristo en un templo! Él no quiere estar encerrado ¡Cristo está vivo! Ha comenzado a llover y hay un aroma especial. Qué bonito… vuelve a sonar Noche de paz.

Maricarmen Berjano