Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Categoría: Devocional

Humildad, ven y ven para quedarte

Humildad, ven y ven para quedarte

Humildad, ven y ven para quedarte.

Llévate mis posesiones, mis estudios, mi orgullo,

altivez, prepotencia, todo lo que piense que ha sido

debido a mis logros.

Humildad, ven y ven para quedarte.

Borra los yo, los gracias a mí, los tenía razón,

los prejuicios y con ello los perjuicios

que haya podido causar…

Las posibles miradas por encima del hombro,

los distintos juicios en mi mente

dependiendo de si llevas traje de chaqueta

o vas descalzo por la calle…

Los yo no lo haría así, ese no sabe lo que hace…

El pensar que puedo ser superior por el hecho de haber

tenido más suerte y no haber nacido en otro lugar…

la falsa creencia de que lo intelectual es lo que nos saca del hoyo.

La lástima al ver a gente que lo pasa mal

porque ha tenido menos suerte o llámalo “X”.

No quiero tener lástima de nadie.

Todos somos la misma tierra, solo que unos nacieron en un desierto y otros en plena pradera…

Pero en todos los lugares crecen flores,

en todos sitios surgen frutos.

Humildad, ven.

Y ven para quedarte.


Sara González

Mi vecino

Mi vecino

Esta mañana me despertó una musiquilla que llegaba desde la calle. Alguien entonaba un cantico muy popular pero que, por la época del año en la que estamos me resulto raro e incluso pensé que estaba soñando. La canción en cuestión era, “Noche de Paz”.

Me levante de un salto para asomarme a la ventana, pero como cada mañana, desde hace ya un mes, la calle estaba solitaria. Miré la hora y me volví a la cama. La canción seguía sonando y yo seguía la letra, era inevitable…noche de paz … volví a la ventana y ya más despierta me di cuenta de que la música venia del edificio frente a mi casa.

Recordé que ese vecino, durante el mes de diciembre, tenía en la terraza un enorme Papa Noel colgando de una escalera. Cuando caía la tarde era un espectáculo. Todo el edificio quedaba iluminado de colores y destellos parpadeantes recreando figuras impresionantes. Ahora los adornos se limitan a unos improvisados arcoíris dibujados por los niños. Y cuando cae la tarde, no hay más destellos que las luces de los coches que patrulla nuestras avenidas.

¡Ya estaba totalmente despierta! Comencé a preparar el desayuno y seguía música navideña de fondo, esta vez era un instrumental “Campana sobre campana”, me transporto a momentos muy agradables. Me dejé llevar entonando todo tipo de letras. ¡que buena idea había tenido mi vecino! Retrocedí unos meses; paseaba por la ciudad entre una marea de gente cargada de bolsas y se respiraba un agradable olor a churros y chocolate caliente. Cada mes tiene un olor diferente y diciembre huele a dulce y a fiesta.  Marzo a partir de ahora será el mes de la lejía y el desinfectante y ya sabéis “sobreviviré” será su canción lema.

 Por cierto, ahora el instrumental que suena es, “Venid fieles todos”. Me inunda la nostalgia y me he puesto triste; pienso en los templos vacíos, sin música, sin niños correteando, sin jóvenes … pero no me dejo llevar y me anima recordar que Jesús, es EMANUEL. ¡Dios con nosotros! No se quedó tras la puerta cuando echamos la llave. Hemos cerrado los templos, pero a Dios lo hemos llevado fuera, bueno más bien, se ha venido con nosotros. ¡Dios ha salido a la calle! Volví a la ventana: huele a esperanza y a paz mezclada con desinfectante. Dios ha salido de los templos y está repartiendo su Espíritu por todas las naciones. Está sonando “El tamborileo” … le doy mi corazón”. ¡Pues claro ¡El Espíritu navideño ha conectado con nuestros corazones! Los solidarios tienen cara, los que comparten son anónimos, pero son muchos más, la compasión se ha llenado de paciencia, aplaudimos sin ningún corte reconociendo el valor de los demás y sobre todo nos acordamos más de Dios, porque en el fondo sabemos que Él tiene la última palabra.

Estaba terminando el desayuno con la canción “Ve y dilo en las montañas” cuando sonó el teléfono. Si, dígame; buenos días guapa, me saludo una voz muy familiar. ¡Feliz domingo de resurrección! Entre risas le conteste: ¡Yo, ando todavía por navidad! Compartimos unos saludos y unos chascarrillos y al colgar quede pensativa. Qué curioso que el dia que se celebra la resurrección de Cristo mi vecino este escuchando música navideña.

Me volví a la ventana, debajo del arcoíris, mi vecino había colocado un enorme cartel:” ¡CRISTO VIVE! Me emocioné y se me hizo un nudo en la garganta. Comprendí que mi vecino ahora creía en navidad. Mi vecino quería que la música la escuchásemos todos. Que forma más bonita de decir que Cristo está vivo y moviéndose entre nosotros y repartiendo Espíritu Navideño. Un espíritu que ha entrado en hospitales, en residencias de ancianos, Cristo está cogiendo manos de enfermos, dando fuerzas al débil, está dando libertad al cautivo y sanando lo que se había perdido. ¡Él está con nosotros como nos había prometido! Cristo salió del templo y se ha venido a mi casa y a la tuya y a la de mi vecino. ¡qué vecino tan inteligente tengo!

 En esta navidad, la de mi vecino, no cabe Papa Noel. Nadie se acuerda ahora de Papa Noel. Ahora necesitamos vida y la vida no cabe en un saco. La vida es un regalo que solo lo puede dar el Niño que nació en Belén, el mismo que murió en la Cruz y el mismo que Resucito y el mismo que ha dejado los templos vacíos, porque Dios es tan grande que ningún templo lo puede contener. Está sonando “Gloria a Dios en las alturas”. He vuelto a la ventana y todo sigue igual. No pasea nadie por la calle. Todos estamos en casa. Este domingo los templos solos, vacíos, pero al fin y al cabo Jesús no nos pidió llenar los templos, nos encomendó llenar el cielo. ¡Nos hemos empeñado en encerrar a Cristo en un templo! Él no quiere estar encerrado ¡Cristo está vivo! Ha comenzado a llover y hay un aroma especial. Qué bonito… vuelve a sonar Noche de paz.

Maricarmen Berjano 

No hay flores en los entierros

No hay flores en los entierros

Ellos no abrieron la puerta cuando llamo el extranjero
pero el extranjero entro forzándolos al silencio.
Es ladrón de guante blanco y se esconde tras un velo.
Vino a robar los abrazos, después se llevó los besos.

Vino sembrando dolor, segó lamentos y duelos.
Con lágrimas de los hombres está regando su huerto.

Nunca el olvido será un pretérito perfecto.
En el recuerdo estarán aquellos que ahora se fueron.
Perdonad que no cubramos de flores vuestros entierros.

Se ha llevado la inocencia, rompiendo risas y juegos.
Se ha llevado la frescura del amor de los abuelos.
Se ha sentado en el umbral y nos ha dejado dentro.
Se ha coronado rey, no queremos ser tus siervos,
no vamos a ser esclavos del que nos quiere muertos.

Nunca el olvido será un pretérito perfecto.
En el recuerdo estarán aquellos que ahora se fueron.
Perdonar que no cubramos de flores vuestros entierros

Los aplausos en la tarde están subiendo hasta el cielo.
Dios le pondrá unas cadenas, lo condenará al destierro.

Dios le cortara los pasos cuando llegue su momento.
Dios nos dará nuevas alas, esperemos en sus tiempos.
Los aplausos en la tarde están subiendo hasta el cielo.

Perdonar que no cubramos de flores vuestros entierros.

Maricarmen Berjano

¡Me encanto!

¡Me encanto!

Me mandaron esta tarde una fotografía por WhatsApp que me encantó.

Una amiga había fotografiado el Arcoíris desde su ventana. Era una imagen muy bonita a la que añadió una
nota “Mira que Arcoíris más inspirador” ¡Me encanto!.

Muy cierto que una imagen vale más que mil palabras. Y es que, los colores son muy importante en la vida, nos ayudan a expresar nuestros sentimientos y nuestro estado de ánimo. Si la vida no es de color rosa, es que la situación, no es muy favorable.

La esperanza y la pasión tienen color propio. El color naranja y color limón estimulan el olfato y refrescan el ambiente. Los colores son unas de las primeras palabras que identificamos en el colegio. Incluso cuando aprendemos un nuevo idioma, tengamos la edad que tengamos, los nombres de los colores, juegan un papel muy importante en el aprendizaje. Asociamos la pureza y la limpieza con el blanco; hay que decir que el blanco no es un color, pero explicar esto se lo dejo a los maestros de la pintura. Para mí, color nieve, es blanco, como para la mayoría. El cielo es toda una gama de azules que dejare a la imaginación del lector.

Pero hablemos del negro. ¡Uf! Si vemos negro estamos diciendo que no vemos, que no hay salida, que tenemos incertidumbre, pesar, tristeza y sobre todo que vamos a perder algo. Pintamos negro sobre rojo y vemos negro, ahí perdimos la pasión. Pintamos negro sobre verde y vemos negro, ahí perdimos la esperanza. Los colores están, pero no los podemos ver, sencillamente porque no hay luz.

Hablar de colores es hablar de luz. El negro es ausencia de luz. Esta es la mejor definición que encuentro. Sin embargo, se requiere el negro para que todos los demás tengan profundidad y matiz. Sin el negro los colores pierden significado. Sin luz los colores no existirían.

Los cristianos tenemos la LUZ del mundo con nosotros, Cristo, y el que le sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la LUZ de la vida. En estos tiempos “Negros” que estamos viviendo, en el que un enemigo llamado Covid.19 nos crea temor, incertidumbre, sentimos desolación y vemos la salida lejana, ver el Arcoíris en el cielo nos da la plena seguridad de la mano de Dios con su creación.

La promesa que Dios hizo una vez que bajaron las aguas durante el diluvio sigue vigente hoy. “Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra se dejará ver entonces mi arco en las nubes”. ¡Quédate en el arca! Tu casa es tu arca. ¡Quédate en casa! Dios hizo un pacto con los hombres. Dios cumple lo que promete. La LUZ tiene que resplandecer para dar paso a los colores. Aprovecha este tiempo para asomarte a la ventana. Nuestra esperanza está en Jesús, nuestra pasión su compañía y solo bajo su sombra podemos mirar al cielo y ver los más bellos colores.

El Arcoíris no sería inspirador si no existiese el negro.

Querida amiga, gracias por enviar la fotografía. ¡Me encanto!


Maricarmen Berjano

Si tú me dices ven…

Si tú me dices ven…

“Si tú me dices, VEN lo dejo todo”… así comienza la letra de esta hermosa ranchera que condiciona el dejarlo todo, al hecho de que su amada le haga una invitación, VEN. El amado Le promete que serán felices porque reirán y llorarán juntos y él le dará todos sus secretos y todos sus momentos más ocultos. “Si tú me dices, VEN todo cambiará”…

Si tú me dices, VEN… también es el comienzo de nuestra vida en Cristo. Una invitación que condicionará el resto de nuestra existencia. Si tú abres la puerta… YO entraré a ti y cenaré contigo y tú conmigo. Si tú clamas a mí… YO te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Si tu alzas la voz en el desierto… YO en las alturas abriré ríos y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas y manantiales de aguas en la tierra seca. Nuestro amado nos promete estar con nosotros todos los días de nuestra vida, abriendo las ventanas de los cielos y derramando bendiciones hasta que sobreabunde con una sola condición que le digamos, VEN.

Invitar a Jesús cada mañana lo cambia todo…porque Él se convierte en nuestro escudo, nuestra fortaleza, nuestro castillo, nuestra roca, Él no permite que nuestro pie resbale, enjuga nuestra lágrima y alegra nuestro rostro.

Anímate a escuchar esta vieja ranchera y te darás cuenta de que no esta pasada de moda. Si tú le dices VEN, Jesús lo deja todo por ti. Serás su bien más preciado, la niña de sus ojos. Él, es el mejor amante. Te ama tanto que entregó su vida en la cruz del calvario por ti.

VEN SEÑOR JESUS

Maricamen Berjano

Manifestaciones del amor de Dios

Manifestaciones del amor de Dios

En mi vida

las manifestaciones del amor de Dios,

las llamo “Milagros”

Hace algunos años viví uno de los momentos más difíciles de mi vida. La muerte de mi padre fue un evento que dejó huella.

Las semanas siguientes a este evento fueron tristes y dolorosas, mis pensamientos me castigaban recordando discusiones y todo lo que deje de hacer por mi padre. Luego apareció el milagro, esas manifestaciones del amor de Dios en nuestras vidas.

Tener familia, amigos, personas a quienes podemos abrazar y besar, con quienes podemos ver una película, preparar una parrillada, comer unos churros. Fueron instrumentos que Dios utilizó para recordarme que aún estoy vivo.

Mi familia, mis amigos, mi mentor y todas aquellas personas que conozco, son milagros con los que Dios manifestó su amor en esta situación y hoy dan propósito a mi vida.

Mi deseo, es que no dejes pasar un día sin decirles a las personas que amas, lo importantes que son para ti y que recuerdes las enseñanzas de los que ya no están, pues la suma de esto, te ayudará a alcanzar el propósito que Dios tiene para ti.